Viaje al norte de Noruega. Octava y última parte: en Lakselv y alrededores

Antes de que se acabe el año conviene que termine el relato de este viaje hecho en junio, ya un poco lejano, aunque todavía con recuerdos imborrables (básicamente gracias a las fotos, no a mi memoria). Como ya comenté en una entrada anterior, pasamos una semana en la localidad de Lakselv, en la casa que nos dejó la amiga Begoña (gracias de nuevo), aprovechando para conocer con calma sus alrededores.

Lakselv es el centro administrativo de la municipalidad de Porsanger, cuyo escudo está adornado con tres renos, dejando así constancia de la importancia de esa ganadería en la economía de la zona.

En la provincia de Finnmark, en la que nos encontramos, los carteles de carretera se escriben en los tres idiomas oficiales:

noruego (Lakselv), sami del norte (Leavdnja) y kven (Lemmijoki). El sami es lo que llamábamos lapón antes de saber que para los Sami es un término despectivo, y el kven es un idioma procedente del finés y hablado por los descendientes de campesinos y pescadores fineses que emigraron desde el norte de Finlandia y Suecia al norte de Noruega en los siglos XVIII y XIX. En 1996 alcanzaron el status de minoría en Noruega, y en 2005 se reconoció el idioma kven como lengua minoritaria.

Volviendo al viaje, aunque también hubo alguna excursión al norte del fiordo,

casi todos los días dábamos algún paseo por sus playas del sur, donde no era infrecuente encontrar la insólita (para nosotros) imagen de grupos de renos (Rangifer tarandus) descansando en la arena,

o, incluso, dentro del agua.

Otros de los usuarios habituales de la playa, sobre todo en las zonas donde la arena está cubierta de guijarros, son los ostreros (Haematopus ostralegus). Sin darnos cuenta nos hemos debido acercar a un nido, porque uno de los miembros de la pareja no para de hacerse el herido para ver si intentamos seguirlo y así alejarnos de la tentación de comernos los huevos.

Como no somos hambrientos depredadores, y en lugar de perseguirlo nos quedamos quietos mirando detenidamente el suelo para evitar pisar un huevo, deja de disimular aunque no para de gritar hasta que finalmente nos alejamos a lo que considera una distancia razonable. A pesar de rastrear cuidadosamente la zona con los prismáticos, no consigo localizar el nido.

No demasiado lejos de la playa se pueden encontrar jugosos campos que harían, y seguramente harán, las delicias de cualquier herbívoro

y de cualquier amante de las flores.

En las orillas del río Stabburselva también hay prados floridos,

y dentro del agua, peces a los que se afanan en capturar los aficionados a la pesca con mosca.

Pero la pesca no se encuentra entre nuestras aficiones, así que preferimos visitar la reserva natural Stabbursnes que, casi colindante con el parque nacional Stabbursdalen, protege la desembocadura del río Stabburselva que ha formado un delta donde hay antiguos depósitos glaciares.

El área es rica en avifauna, y una de las zonas más importantes de Fennoscandia para la escasa población europea de ánsar careto chico (Anser erythropus), aunque en esta época no se encuentran aquí. A decir verdad, casi nadie se encuentra aquí hoy: salvo en el Cabo Norte apenas hemos encontrado turistas.

Como para corroborar esta impresión, un solitario motorista es el único usuario de la carretera cuando vamos a volver a Lakselv.

Solitario o no, este viaje por el norte de Noruega nos ha encantado y para mí, absolutamente escéptico al respecto, el descubrimiento del «sol de media noche», es decir, la total ausencia de noche, ha sido una auténtica revelación. La actividad humana se detiene pero, por supuesto, la naturaleza sigue su curso y la sensación de paz resultante es casi mágica. No sé cómo será vivir así de forma permanente, pero en nuestra corta experiencia me ha resultado fantástico. Esta foto, hecha a las dos de la madrugada, es un humilde tributo a esa maravilla astronómica y una buena forma de acabar esta crónica.

 

Nota: todas las fotos del viaje han sido hechas con una cámara Nikon D-700 provista de objetivos de 50 y 180 mm.

4 Respuestas a “Viaje al norte de Noruega. Octava y última parte: en Lakselv y alrededores

  1. Muy interesante como siempre Paco.
    Felices Fiestas y mucha salud para seguir disfrutando de las maravillas de la naturaleza durante el año 2014.

    • Que sigas disfrutando y que el 2014 sea un año de felicidad plena.
      Un abrazo

  2. ¿Hemos acabado los viajes al norte de Noruega?. muy florido por ser el último.
    Nos veremos y nos felicitaremos el año.

  3. Vaya que si es interesante!!! Como me alegro de que hayas podido disfrutar de este magnífico viaje y nosotros siguiéndolo. Me ha hecho recordar el que yo hice hace ya bastantes años. Espero que estés planificando el próximo para seguir deleitándonos con tus descripciones y fotos. Mucha suerte en el 2014!!!
    Besos

Deja un comentario